Dimensión Trinitaria

Autor: Fr. Carlos Lledó López, O.P.

DIMENSIÓN TRINITARIA

«…el alimento que el Hijo del hombre os da porque Dios Padre lo ha sellado con su sello» (Jo.6, 27b).

DIOS PADRE: Decreta.

1-La Redención: implica el decreto de la Encar­na­ción y, consecuentemente, la Eucaristía. La Providencia que cuida de los pájaros, de los cuerpos (el maná)… cuida del alma, del alimento sobrenatural (Jo.3,16)

2-La Encarnación: la redención llega a los hombres.

3-La Eucaristía:

 3.1- Los frutos de la  Redención se aplican y se fortalecen por el alimen­to. Es el alimento que el Padre ofrece a los redimidos.

 3.2- Es la Providencia del Padre que cuida de las flores, los pajarillos, del alimento del alma y del cuerpo

DIOS HIJO: Realiza la Redención por la obediencia hasta la muerte y muerte de cruz. El Hijo es el alimento que el Padre nos da (Cf. Bernardot, “De la Eucaristía a la Trinidad», p.24).

1-El Hijo: Cumple el decreto con su anonadamiento, humillación y obediencia hasta la muerte y muerte de Cruz (Fil.2, 8).

2-La Eucaristía: Contiene realmente el cumplimiento del decreto del Padre en la humildad, anonadamiento, obediencia… bajo las especies más pobres.

DIOS ESPÍRITU SANTO: Anima.

1-Los misterios de la Redención: encarnación, bautizo, desier­to, pasión, resurrección, pentecostés… por obra del Espíritu Santo.

2-La Eucaristía: transubstanciación, presencia real… por obra del Espíritu Santo que es especialmente invocado en la consagra­ción por la imposición de las manos.

MARÍA: Sagrario viviente, portadora del Hijo, según el designio del Padre, por obra del Espíritu Santo. Con María, Sí al Padre.

CONCLUSIÓN.

1-El misterio nos pide: vivir abiertos al Padre, a imitación del Hijo, fieles a la obra del Espíritu Santo.

2-Ante el misterio: adoramos la Trinidad. Se intensifica la comunión trinitaria. Llamados a ser imagen trinitaria.