Eucaristía, Presencia Real

EUCARISTÍA: PRESENCIA REAL

DOGMA DE FE: Concilio de Trento (Dz. 874). Cuerpo, sangre, alma y divinidad. La naturaleza humana y la divina. Persona divina, segunda Persona de la Stma. Trinidad. Dios..

LA PERSONA DIVINA DE N.S.J.

1-Presencia directa, inmediata. No es presencia delegada en sus ángeles o san­tos.

2-Presencia auténtica, real. No es símbolo, imagen o reliquia…

3-Presencia actual, viva. No es transignificación, recuerdo o conmemoración de un hecho histórico que pertenece al pasado…

4-Presencia substancial:

4.1-Transubstanciación: bajo las especies de pan y de vino, está Cristo substancialmente presente.

4.2-Presencia de la Persona ­ Divina con sus dos naturalezas­. Presencia real de su cuerpo, sangre, alma y divinidad.

4.3-Presencia de Cristo, Sumo, Eterno y único Sacerdote: Mediador y Víctima.

4.4-Por concomitancia están presente todos los misterios de Cristo.

5-Nuestra actitud: adoración continua, acción de gra­cias, intercesión, reparación… en unión con la humanidad de Cristo. -«Señor y Dios mío… Bienaventurados los que sin ver, creen» (Jo.20­,28).

LOS MISTERIOS PASCUALES La Eucaristía contie­ne los misterios de la Re­dención.

1-Directa y primariamen­te: la renovación incruenta del Sacrificio del Calvario.

2-Dispo­si­ti­vamente: los misterios de la infancia y vida pública de Jesús.

3-Consecu­tivamen­te: los misterios de la Resurrección y Ascensión de Cristo.

4-Por ello: nuestro contacto con la Eucaristía es un pere­grinar por los diversos mis­terios cristológicos se­gún los tiempos litúrgicos o sentimientos y dispo­siciones del alma.

EL MISTERIO DE DIOS: La Eucaristía contiene

1­-Dios uno y trino: el cielo bajo el velo de las especies sacramentales.

2-En el Sacrificio, en el Sa­cramento, en el Tabernáculo: todo el Misterio en una hostia consagrada, en el vino consagrado, o en una partícula o gota. Su amor obediencia, castidad, pobreza.

CONTIENE LA PLENITUD DEL AMOR: la dimensión infinita, increí­ble del amor sin límites, «hasta el extremo» (Jo.13,1).

1-Donación total en obediencia. «Por voso­tros»(Lc.22,19-21), por cada uno de nosotros, hasta la muerte (Fil. 2,8): el Cuerpo entrega­do, la sangre derramada.

2-Los grados progresivos del amor: Tanto nos ama Dios que nos da su Hijo primogé­nito (­Jo.3,16). -«Como el Padre me amó, Yo también os he amado (Jo.15, 9). -Y nos ama hasta el ex­tremo(­Jo.13,1) -Nadie tiene amor mayor que éste de dar la vida por los que ama (Jo.15,13).

3-El amor de amistad:

 3.1-Intercomunicación o mutua donación; comunión o mutua presencia (Jo.6, 56).

 3.2-Cristo se da al alma para que el alma se dé a El: "El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, está en mí y yo en él" (Jo.6,5­6).

 3.3-Jesucristo es el amigo más íntimo y sincero que nunca aban­dona, que está siempre presente. -Es el Compañero de ca­mino que a­nima en el cansan­cio, fortalece en la de­bili­dad, alienta en la dificultad, con­sue­la y ale­gra en la tris­tezas y de­salientos. -Cuando se ha cono­cido a Cristo en la Eucaristía no se puede prescin­dir de El. Sólo queda: dejarse am­ar, amarlo con locura­ y ser testi­gos de su amor en comunidad y en el apostolado, especialmente con los más débiles y po­bres.

 3.4- Por lo tanto, contiene la exigencia de nuestro amor a Cristo. Hemos de hacerlo todo por amor. Cristo quiere seguir amando, obedeciendo, sirviendo, orando... en nosotros.

LA PRESENCIA DEL BUEN PASTOR (Jo.10,1-19) La Eucaristía contie­ne a Cristo como puerta de entrada para la intimidad divina. Cristo que va delante marcando el camino de la Cruz y Resu­rrección. Cristo que nos conoce personal­mente, por nuestro nombre. Cristo que nos ofrece el alimento que necesitamos. Cristo que da la vida por sus ovejas, por nosotros, para que tenga­mos vida y vida abundante.

PRESENCIA PARA SIEMPRE.

1-Yo estoy con vos para siempre (Mt.2­8,20): naciones, pueblos, comunidad… pase lo que pase y en cualquier circunstancia. Es el Enmanuel (Mt, 1,23): Dios siempre con nosotros, en nosotros, para nosotros.

2-El Dios que todo lo com­prende y pene­tra: «porque en Él vivimos, nos movemos y existi­mos» (H­e.­17­,28).

3-El Dios-Amor: «Dios es amor, y el que vive en el amor, vive en Dios, y Dios vive en él» (1ª Jo. 4,16). Dios es Amor y el que vive en, de y para la Eucaristía, Dios vive en él y él en Dios.

CON LA VIRGEN MARIA: Tabernáculo viviente. “Mujer eucarística”.